En el segundo trismestre fuimos a visitar la Iglesia de los Descalzos (s. XVII) que constituye el espacio más
espectacular del barroco ecijano. En su interior destacan sus retablos,
pinturas murales con yeserías policromadas y doradas, lienzos y
esculturas, siendo sus elementos más interesantes el retablo mayor, la
cúpula y el órgano.
Respecto al órgano, utilizado habitualmente para la celebración de
conciertos a lo largo del año, indicar que se trata de una pieza
excepcional al estar compuesta de trompetería por sus cuatro lados y
teclado de un único piso.
Allí pudimos contemplar a un organista belga con el que nos deleitamos escuchando varias composiciones típicas de su tierra.
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