Para entender algo de verdad no basta con hacerse eco de lo apreciable, de lo evidente.
También es necesario saber el contexto, el antes, el como. Porque somos en buena parte, lo que hacemos cuando nadie nos ve.
Y esos momentos de soledad consentida son los que definen nuestro ahora, y sobre todo los que definen nuestro después, son en definitiva el necesario preámbulo de la historia...
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